Poder Mántrico
Por lo que sabemos, la Madre no ha recibido
Iniciación de un Gurú según las costumbres sociales formales. Ningún estudio de
los Shastras (textos tradicionales) o de algún discurso religioso han iluminado
el campo de Su conocimiento. Muchos hombres y mujeres opinan que Ella ha venido
a este mundo para difundir la Luz y el Poder Divinos para la regeneración de la
humanidad en esta era.
Mientras era aún una niña, varios fenómenos
extraños se manifestaron en su cuerpo. Pero escaparon a la atención del hombre
común. Ya en las actividades lúdicas de Su temprana juventud había tal actitud
de desapego y despreocupación en Ella, que muchas personas la miraban como a una
persona retrasada intelectualmente. Incluso sus padres tenían dudas sobre su
futuro. Ocurría a veces que ella no sabía dónde estaba, ni podía recordar qué
era lo que había hecho o dicho unos pocos minutos antes.
Los relatos dicen que en su infancia solía
hablar con los árboles, las plantas y los seres invisibles en el aire mientras
caminaba. También se comunicaba con ellos mediante signos y gestos. Algunas
veces, de repente, recaía en un estado de abstracción, interrumpiendo toda
conversación.
Del año 17 al 25 de su vida varios
fenómenos sobrenaturales comenzaron a manifestarse en ella. A veces se volvería
muda e inmóvil mientras cantaba los nombres de dioses y diosas. Durante el
canto Sagrado (Kirtans) su cuerpo se ponía rígido y entumecido. Luego de
escuchar un discurso acerca de lo Divino o después de visitar un templo, su
comportamiento no parecía ser normal.
A la edad de dieciocho años, fue a Bajitpur
(Un pequeño pueblo en Bengala del este) y se quedó allí por cinco o seis años. Hacia
el cierre de ese periodo, muchos Mantras salieron espontáneamente de Sus labios
y muchas imágenes de Dioses y Diosas salían centelleando de su cuerpo. Sus
extremidades formaban espontáneamente varias posturas yóguicas. Mientras estas
manifestaciones divinas encontraron expresión en su cuerpo, su habla dejó de
funcionar en Bajitpur durante aproximadamente un año y tres meses, y cuando
ella vino a Dhaka Continuó en silencio por otro año y nueve meses, completando así
tres años enteros. Durante este periodo un resplandor de dicha celestial y la
serenidad de la infinita expansión del cielo se manifestaban en su presencia.
Se puso en evidencia entonces que las corrientes de los mundos exterior e
interior dejaron de afectarla por completo. Ella se veía como alguien que está
en la absoluta calma del Ser. Su retrato en esa etapa es dado aquí.
Durante todos estos extraordinarios
acontecimientos en su vida, Pitaji (su marido) a menudo mostraba gran ansiedad por
saber en que terminaría todo esto.
Pero a pesar de todas las críticas y especulaciones,
él nunca se interpuso en su camino en ninguno de sus actos. Temiendo que el cuerpo
de la Madre podría estar poseído por algún espíritu maligno, se buscó la ayuda
de algunos sadhus (monjes renunciantes) y exorcistas. De nada sirvió; por otro
lado, cuando estos hombres trataron de darle tratamiento se vieron obligados a
retirarse con miedo y asombro. Fue solo orando por su misericordia que pudieron
recuperar el equilibrio. Durante un período de cinco meses y medio, imágenes de
muchos Dioses y Diosas se manifestaron a través de su cuerpo. Ella tenía visiones
de ellos. Ella rendía culto a esas deidades, después de lo cual se desvanecían
completamente. Cuando la adoración de una deidad terminaba, otra hacía su
aparición. Durante la ceremonia ella a menudo sentía que Ella misma era la
adoradora, la adorada y el acto de adorar; que ella era los mantras, la ofrenda
y cada uno de los ingredientes que se utilizaban para el culto.
En estos actos de adoración no había
objetos materiales, ni hubo ningún deseo por parte de Ella de realizar las
ceremonias. Tan pronto como ella se sentaba en un lugar solitario, todas las actividades
físicas y mentales involucradas en los actos de adoración se manifestaban por
un misterioso proceso en el cual surgía espontáneamente la actividad. Se
comprobó posteriormente a partir de personas bien versadas en ritos y rituales
shastricos (tradicionales), que todos los diversos procesos de adoración
llevados a cabo por Ella estaban muy de acuerdo a los mandatos de las reglas Shastricas.
Cada vez que alguien le preguntaba cómo podría ser posible para Ella observar los
ritos tan perfectamente, Su única respuesta era: "No me preguntes nada ahora,
lo sabrás cuando sea el momento adecuado”.
En la 28va chaitra (año 1923 d. C.), la
Madre llegó a Dhaka y tres o cuatro días más tarde vino a Shah-Bag (El nombre
del jardín que pertenece al Nawab de Dhaka). Muchos devotos comenzaron a
reunirse allí para Su darshan (rendir homenaje a la madre). En el año 1925,
algunos devotos le pidieron que realizara kali puja (Adoración de la imagen de
Kali, Diosa del Universo), porque habían oído que su celebración de la puja era
maravillosa. Ella respondió: "Sé poco de los ritos y rituales shastricos; sería
mejor si consiguen la ayuda de algunos sacerdotes profesionales". Más
tarde, a petición de su esposo, ella aceptó realizar la puja.
Cuando la Madre fue adorada por Sus
devotos, su alegría no tuvo límites. Pero cuando Ella eligió adorar a la Diosa
por su iluminación, la solemnidad de esa adoración se multiplicó por mil. Fue demasiado
profundo para ser expresado en palabras. Todos los devotos sintieron una
alegría inexpresable en sus corazones ante la belleza y la solemnidad de la
ceremonia.
Se trajo una imagen de Kali. La Madre se
sentó en el suelo en una postura meditativa, en absoluto silencio. Luego, totalmente
abrumada por la devoción, Ella comenzó la puja, cantando mantras y colocando
flores con pasta de sándalo sobre su propia cabeza en lugar de sobre la imagen.
Todas sus acciones parecían ser los movimientos de una muñeca, como si alguna mano
invisible utilizara Su cuerpo como una herramienta flexible, para la expresión
de lo Divino. De vez en cuando algunas flores eran esparcidas en la imagen de
Kali. De esta manera el Puja fue realizado.
Un macho cabrío debía ser sacrificado.
Estaba bañado en agua. Cuando se lo trajo a la madre, lo tomó en su regazo y
lloró mientras acariciaba suavemente su cuerpo con las manos. Entonces recitó
unos mantras tocando cada parte del cuerpo del animal y le susurró algo al
oído; luego reverenció al arma con la cual el animal iba a ser sacrificado.
Ella se postró en el suelo, colocando el cuchillo sobre su propio cuello. Tres
sonidos como gemidos de una cabra salieron de sus labios. Luego, cuando el
animal fue sacrificado, ni se movió ni lanzó un grito, no hubo ningún rastro de
sangre en la cabeza o el cuerpo. Solo con gran dificultad se extrajo por fin
una sola gota de sangre del cadáver del animal. Todo ese tiempo el rostro de la
Madre brillaba con una intensa belleza poco común y durante toda la ceremonia
hubo un hechizo de gran santidad y profunda absorción sobre todas las personas
presentes.
En 1926, todos los devotos oraron a la
madre para que volviera a realizar la puja. Ella no dijo nada. Más tarde,
cuando la llevaban a la casa de un devoto, elevó su mano izquierda, sonrió y
permaneció en silencio. Cuando se le preguntó a Pitaji por el significado del
gesto, él no respondió. Una vez más, cuando se sentó en esa casa para tomar su
comida, se repitió el mismo movimiento de su mano izquierda. Después de unos
días, la Madre explicó que en el camino a la casa del devoto, ella había visto
a unos 100 metros de distancia, a la Diosa viviente Kali, flotando en el aire a
unos 10 centímetros del suelo y extendiendo sus manos hacia la Madre, como si
quisiera ir a su regazo. Mientras tomaba su comida ese día, la misma imagen
había estado ante ella como una niña pequeña. Por eso había levantado la mano
izquierda.
El día anterior al Kali puja, cuando los
devotos renovaron su oración a la madre, ella le pidió a Pitaji: "Como están
tan ansiosos por celebrar la puja, puedes oficiar como el sacerdote". Él
les dijo: "Como la Madre me ha pedido que realice la puja, lo haré. Por
favor, hagan todos los preparativos necesarios". Ellos preguntaron sobre
el tamaño de la imagen, y Pitaji sugirió que debería ser tan alta como la describió
la Madre en dos ocasiones, cuando ella levantó la mano mientras estaba sentada.
En ese momento, la madre yacía en el suelo
en una condición inerte e inmóvil. Se tomó una medida aproximada. Eran las 11
de la noche. Se discutió mucho sobre cómo se podría obtener una imagen del
tamaño indicado en el transcurso de un día. Con grandes dudas, Sri Surendra Lal
Banerji fue a la ciudad desde Shah-Bag. En una tienda se encontró una estatua
de las medidas correctas. Había doce imágenes en total, de las cuales once
habían sido solicitadas por un cliente. La imagen extra había sido modelada por
el artista por iniciativa propia.
La imagen fue traída a tiempo. La Madre se
sentó a realizar la puja. Había una atmósfera divina en su persona. Después de
un tiempo, la Madre se levantó de repente de su asiento y le dijo a Pitaji:
"Voy a mi lugar, por favor, haz la puja tú mismo". Diciendo esto, se
quedó al lado de la imagen y con una risa extraña, se sentó en el suelo. Toda
la atmósfera de la habitación estaba sobrecargada con un maravilloso arrebato
divino demasiado profundo para ser expresado en palabras. La Madre dijo: "Todos ustedes cierren los ojos y
canten el nombre de Dios".
La casa estaba llena por completo; un
hombre que estaba afuera, se asomó a la habitación, sin ser observado. Sin
embargo, la Madre lo llamó por su nombre y le ordenó que cerrara los ojos.
Todos los presentes tenían los ojos cerrados; Nadie sabía en ese momento lo que
había sucedido. Pero cuando todos abrieron los ojos, se descubrió que un
abogado, de nombre Sri Brindaban Chandra Basak, yacía inconsciente en el suelo.
Luego dijo: "Cuando me asomé a la habitación noté un resplandor muy
intenso de luz que irradiaba el rostro de la Madre. Fue tan poderoso que me
caí, inconsciente. No sé qué pasó después".
La noche llegó a su fin cuando la puja terminó.
No había provisión para una oblación. Cuando llegó el momento del último ahuti
(ofrendas al fuego del sacrificio), la Madre dijo: "No debe ofrecerse, que
se conserve el fuego del sacrificio". Ese fuego se ha mantenido ardiendo
hasta nuestros días. (Más tarde fue traído
de Dhaka a Vindhyachal y Varanasi, donde aún se conserva cuidadosamente en un
pequeño templo especial en el Ashram. El mismo fuego se usó para el gran
Savitri Maha Yajna realizado allí desde 1947-1950, sobre el cual apareció un
libro en Bengalí y en Hindi llamado "Akhanda Mahayajna".)
Al día siguiente, se iba a realizar la
inmersión de la imagen. La esposa de Niranjan llegó con todos los artículos
necesarios para la ceremonia. Cuando miró la imagen, le dijo a la Madre con
emoción: "Ma, me siento extremadamente reacia a sumergir la imagen".
La madre respondió: "Estas palabras de tus labios muestran que la diosa no
desea ser sumergida. Muy bien, se harán arreglos para su preservación y
adoración".
Nota
de G. Garro: es un ritual conocido en India primero venerar la imagen de la
Madre Divina Kali y luego sumergir esa imagen de barro y disolverla en el agua,
simbolizando la adoración a lo absoluto invisible e intangible por los
sentidos.
A través de grandes cambios de
circunstancias, esta estatua de barro se mantuvo en pie en la misma postura
durante diez años.
Dos incidentes pueden ser mencionados en
relación con esta imagen. Era septiembre de 1927. La madre se iba de Chunar a
Jaipur. Estaba en Chunar por un cambio y fui a la estación para despedirla. La
Madre indicó un cierto lugar cerca de la colina en la que se construyó el
fuerte y me dijo que fuera allí en mi camino de regreso. Allí encontraría una
guirnalda de flores que debería tomar y conservar cuidadosamente. Hice lo que
me dijeron. Cuando volvió a Chunar, vio la corona. Luego, cuando regresó a
Ramma, se descubrió que en el día en que encontré la guirnalda en Chunar, no se
había colocado ninguna guirnalda alrededor del cuello de la diosa Kali en
Ramma, aunque era una práctica habitual del sacerdote ofrecer tal guirnalda a
la imagen todos los días.
En otra ocasión la Madre estaba en el Bazar
de Cox en Chittagong, a orillas del mar. Estaba paseando por la playa cuando de
repente dijo con una sonrisa: "Mírame la muñeca, ¿está rota?" ¿No es
así? Sólo examínalo de cerca; puede haber una fractura”. Esa misma noche, un
ladrón entró en el templo de Kali en Ramma y robó los ornamentos de Kali,
rompiendo la muñeca de la estatua.
Esta estatua se conserva en una cueva
subterránea en el Ramma Ashram. (El otrora famoso Ashram de Ma fue arrasado por
el ejército de Pakistán durante la guerra de liberación en Bangladesh en 1971 y
toda el área del Ashram está actualmente bajo la custodia del gobierno de
Bangladesh). Cada año, durante las celebraciones de cumpleaños de la Madre, la
puerta se mantiene abierta para que todas las personas tengan un darshan. Era
el gran deseo de la Madre que las puertas de nuestros templos se abrieran a
todas las clases de personas, independientemente de su casta y credo.
En una ocasión se realizó el Vasanti Puja
(adoración de la Madre Divina durante la temporada de primavera, que ahora se
realiza todos los años en el Ashram de Varanasi) en el Ashram de Siddhesvari.
La Madre estuvo presente durante la ceremonia de inculcar vida a la imagen. Mientras
ella la miraba, sus ojos comenzaron a brillar como los de una persona viva.
La Madre dice: “La personalidad y las figuras de los Dioses y Diosas son tan reales
como tu cuerpo y el mío. Se pueden percibir con la visión interior abierta a la
pureza, el amor y la reverencia”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario