EL GITA
Swami Sivananda, en su libro Vedanta para principiantes, indica que las
escrituras sagradas, los Vedas, los Upanishads, existen para impartir este
Conocimiento a toda la humanidad, de modo de liberarla de esta existencia
evanescente y efímera. Las declaraciones de las escrituras pueden ser agrupadas
en tres – Vidhi-Vakya o mandatos, Nishedha-Vakya o prohibiciones y
Siddharthabodha-Vakya o el Mahavakya que proclama la Verdad Suprema de la
identidad del Jivatman con Paramatman, del alma individual con el Alma Suprema.
Las primeras dos clases de
Vakyas tienen como objetivo purificar al Jiva engañado y capacitarlo para
entender y asimilar a la tercera; porque sólo en una mente purificada nace la
intuición y sólo mediante la intuición uno puede obtener el Conocimiento
Supremo.
Los
Mahavakyas son "las grandes expresiones" de los Upanishads, los textos
fundacionales del Vedanta. Aunque hay muchos Mahavakyas, cuatro de ellos, uno
por cada uno de los cuatro Vedas, son a menudo mencionados como "los Mahavakyas"
fundamentales. El objeto y la esencia de todas las Upanishads son los mismos,
todos los Mahavakyas Upanishádicos manifiestan este mensaje universal en
forma de declaraciones escuetas y concisas.
Las
cuatro declaraciones Upanishádicas indican la unidad última del individuo
(Atman) con el Supremo (Brahman).
Los
Mahavakyas son:
Prajnanam
brahma - "La Conciencia es Brahman" (Aitareya Upanishad 3.3 del Rig Veda)
Ayam
ātmā brahma - "Este Ser (Atman) es
Brahma" (Mandukya
Upanishad 1.2 del Atharva Veda)
Tat
tvam asi - "Tú eres Eso" (Chandogya Upanishad 6.8.7 del Sama
Veda)
Aham
Brahmasmi - "Yo soy Brahman" (Brhadaranyaka Upanishad 1.4.10
del Yajur Veda)
Son
cuatro frases sagradas para la contemplación.
Tat tvam asi, la correspondiente al Chandogya Upanishad, es una instrucción de un Gurú a un discípulo: “Brahma,
la totalidad no dividida, eres tú”. De estos cuatro
Mahavakyas, Tat Tvam Asi es muy importante. Es el
Upadesha-Vakya o Upanishad-Vakya. El Guru inicia al discípulo en Brahma-Jñana
sólo por medio de este Vakya. También es llamado Shravana-Vakya. Este Mahavakya
da surgimiento a los otros tres Vakyas.
Y
este es también el mensaje supremo del Bhagavad Gita, el sutra que, a mi entender,
puede sintetizar el despliegue de sabiduría de los 18 capítulos.
Los
capítulos 1 al 6 tratan sobre Arjuna, el discípulo. Tienen que ver con todos los
buscadores de la sabiduría espiritual que pueden ser confundidos por las
enseñanzas.
Los siguientes seis, del 7
al 12 expresan la verdad sobre Brahman, la integridad inquebrantable,
representada por Krishna. Arjuna ve en principio a Krishna en su forma humana,
como su auriga. Luego Krishna se
revela gradualmente más y más y Arjuna se muestra un poco abrumado.
En los capítulos finales, del
13 al 18, se desarrolla la equivalencia: Arjuna es Brahman.
En
el Bhagavad Gita se utiliza con frecuencia la palabra manavah (hombre), que tiene tres sílabas, y que también sintetizan
esas mismas tres partes del contenido total: "ma" que representa
ignorancia, "na" que representa la negación de la ignorancia y
"vah" que se refiere al poder de lograr el conocimiento Divino. Para
que el hombre llegue a merecer su nombre, habrá de estar libre de ignorancia,
para lo cual buddhi – la inteligencia
discernidora- ha de conducir sus acciones, y no manas- la mente sensorial.
El Gita consta de 18 capítulos que
se pueden dividir en cuatro partes, Karma, Bhakti, Dhyana y Jñana yogas. Estos cuatro Yogas son
interdependientes. Al hacer Karma
uno recibirá dedicación o devoción. La
dedicación continua dará lugar a Dhyana, unificación. La intensa Dhyana dará al aspirante
Jñana, sabiduría pura.
Aludiendo al párrafo anterior,
Karma es una combinación de Bhakti y de Jñana yogas. A su vez Bhakti es una mezcla de Karma
y Jñana yogas y Jñana es una mezcla de
Karma y Bhakti yogas
Como Vedas, los primeros 6
capítulos de Gita se llaman Karma Shatkam (capítulos de Acción), Los siguientes
6 capítulos se denominan Bhakti Shatkam (capítulos de Devoción), y los 6
últimos capítulos Jñana Shatkam
(capítulos de Sabiduría).
CAPÍTULOS 1 AL 6
– KARMA SHATKAM
PRIMERO – ARJUNA
DESALENTADO
En el primer
capítulo Arjuna solicita a Krishna colocar su carro entre los dos ejércitos.
Cuando Arjuna ve a sus propios familiares entre el bando contrario, pierde el
coraje y decide no luchar.
Claramente el marco histórico de la batalla y los
opuestos que participaron en ella, son símbolos que representan la contienda
interna entre las cualidades del discernimiento puro, en sintonía con el alma,
y la mente ciega, nublada por los sentidos, que se encuentra bajo la influencia
engañosa del ego.
Los Pandavas o Pandus – que representan la inteligencia
elevada- se enfrentan al rey ciego Dhritarashtra – la mente ciega – con sus
parientes, los Kauravas o Kurus - las actividades
sensoriales vinculadas
a los “demonios del ego” :los deseos, las carencias y necesidades, excesos, atracciones
y rechazos-.
Esto nos lleva al punto en el que comienza el Bhagavad Gita,
con los dos ejércitos formados, listos para el combate, y Dhrtarastra
preguntando ansiosamente a su secretario, Sañjaya: “¿Qué hicieron?”.
“Dhrtarastra dijo: ¡Oh, Sañjaya!, ¿qué
hicieron mis hijos y los hijos de Pandu después de reunirse en el lugar de
peregrinaje de Kurukshetra con deseos de pelear? (1-1)
Este
primer diálogo entre Dhrtarastra y Sañjaya, constituye el principio básico a
partir del que se desarrolla todo el Bhagavad Gita. Se sabe que esta filosofía
se desarrolló en el campo de batalla de Kurukshetra, que es un lugar sagrado de
peregrinaje desde los tiempos inmemoriales de la época védica.
Es
la mente sensorial, Manas, - Dhrtarastra-
hablando con la visión divina que mora en nuestro interior -Sañjaya –“ aquel
que se ha conquistado a sí mismo”-.
¡Oh, Sañjaya!,
¿qué hicieron?, Es el comienzo del Gita y es tal vez la primera
pregunta que el buscador de la Verdad
debe hacerse tras examinar los devenires de la batalla que debe librar día tras
día, en su campo de batalla espiritual, enfrentándose a fuerzas opuestas en
Kurukshetra -“campo de la actividad material” (de la raíz sánscrita kri, actividad material, y ksetra, campo).
Los dos
polos opuestos que rivalizan son buddhi,
el aspecto superior de la mente, la puerta de entrada a la sabiduría interna, y
manas, la mente que interactúa con el
mundo externo e ingresa estímulos sensoriales e información.
La
inteligencia inherente a buddhi atrae
la conciencia hacia la eternidad, lo presente fuera del tiempo, el alma, la
realización del Ser.
Por
su parte, manas, aleja a la
conciencia de la verdad, ocupada en actividades sensoriales, externas,
relativas, ilusorias.
Arjuna
manifiesta el desaliento ante los dos frentes de batalla: las fuerzas del
Espíritu y las fuerzas de la materia. Como devoto, y estando él del lado de las
fuerzas del alma, se enfrenta con claridad a los aspectos contra los que debe
luchar. Representa al hombre que
descubre que debe destruir sus tendencias materiales, ya que conspiran con la
búsqueda del alma, pero el apego, debido a su prolongada relación con ellas,
hace que se desaliente frente a la perspectiva de tener que eliminarlas.
SEGUNDO – ACERCA
DE LA ACCIÓN
En el segundo
capítulo, Krishna pide a Arjuna que, como guerrero, tiene el deber de mantener
el camino del dharma en los momentos de guerra. En
este capítulo, Karma Yoga y Jñana Yoga se presentan claramente, y también se da
una idea de Bhakti Yoga. Arjuna
se rinde a Krishna, lo acepta como un Gurú, y por lo tanto cambia su relación
de amigo a discípulo. Krishna
comienza sus instrucciones describiendo la naturaleza individual, eterna del
alma, en comparación con la naturaleza temporal del cuerpo y muestra cómo el
apego al disfrute de los sentidos y la opulencia material, son un obstáculo a
la libre determinación en el servicio devocional. Por el servicio devocional uno se
vuelve indiferente a los rituales védicos, alcanza la liberación del ciclo de
nacimiento y muerte, y se va de vuelta a Dios.
Aquí
se presenta el Jñana Yoga, que trata especialmente sobre la inmortalidad y
eternidad del Alma.
Krishna
le dice a Arjuna que debe dejar la ignorancia de no comprender que el cuerpo,
el mundo y la materia son expresiones y vehículos del Alma Imperecedera o
Atman. Y nadie puede destruir lo Eterno.
El Alma no nace y nunca muere.
Por
lo cual le explica que debe luchar, pues no hay nada más elevado que la acción
sin apegos, sin esperar nada. Desde una mente equilibrada, que comprende que el
dolor y el placer, la ganancia y la pérdida, la victoria y la derrota son
aspectos de lo mismo, debe entrar en la batalla, y así no incurrirá en pecado,
quedando libre de las cadenas de la acción, porque la motivación no es el
resultado. Pero tampoco quedar apegado a la inacción. Actuar permaneciendo
firme en el Yoga, abandonando el apego y siendo ecuánime en el éxito y el
fracaso.
Sin
embargo, Arjuna no podrá percibir esta verdad esencial mientras permanezca
atrapado en las dualidades de la vida, los impulsos
latentes, las tendencias y los hábitos, -en sánscrito, samskara- , las elecciones cotidianas en
que estamos arraigados mientras nos movemos en el tiempo.
La
proposición de Arjuna de no pelear se basaba en la complacencia de los
sentidos. Y Yoga implica controlar los sentidos.
“Los Vedas tratan principalmente de las tres
modalidades de la naturaleza material. ¡Oh, Arjuna!, vuélvete trascendental a
todas ellas. Libérate de todas las dualidades y de todas las ansiedades que
proceden del anhelo de ganancia y seguridad, y establécete en el Ser”. (2-45)
El capítulo segundo nos instruye en el conocimiento completo
acerca del Ser, del cuerpo material y el alma espiritual. La plena comprensión
de esto se logra cuando se trabaja sin apego a los resultados, y se sitúa en la
concepción del verdadero ser.
TERCERO
– LA ACCIÓN Y EL CONOCIMIENTO
En el tercer
capítulo Arjuna pregunta por qué luchar, si el conocimiento es más importante
que la acción. Krishna indica que, realizar los deberes por un bien mayor,
aunque sin relacionarlos con los resultados, es la forma apropiada de acción.
Krishna explica aquí un curso de acción para los que aún no
se desprenden de los resultados, aludiendo que no se ha de abandonar la tarea,
aún cuando haya imperfecciones en ella. Y avanza en delinear el Karma Yoga. Él
dice que todo el mundo se ve obligado a actuar de acuerdo a su naturaleza.
El
conflicto resultante de vivir apegados a ideas, creencias y a la materia, es lo
que hace que la vida sea tan ambigua, tan llena de luz y sombra a la vez. Sin
embargo, Krishna le da Arjuna los elementos para vivir solamente en la luz.
Habiendo liberado todos los apegos recordados que le sirven de combustible a
nuestra lucha interior, quien vive en unidad ha logrado ir más allá de la personalidad
para vivir en la conciencia pura. La forma de trascender lo perecedero podría
parecer misteriosa, pero en realidad es completamente natural. Lo único que se
necesita es equilibrio, que el flujo de la vida se encargará de preservar.
Arjuna dijo: “ Si
piensas que el Conocimiento es superior a la acción, ¡oh Krishna!, ¿por qué
entonces me pides que realice esta acción tan terrible? (3-1) Confundes mi
entendimiento con palabras aparentemente contradictorias. Dime pues ¿cuál es
el método infalible para alcanzar la
felicidad? (3-2).
El
Señor Krishna le responde que hay dos caminos: el camino del Conocimiento de
los Shamkyas y el camino de la acción de los Yoguis y no es posible permanecer
ni un instante sin actuar, porque las cualidades de la Naturaleza fuerzan a
todos a actuar inevitablemente.
“Por lo tanto haz
siempre sin apego lo que tengas que hacer, porque actuando sin apego se alcanza
lo Supremo”. (3-19) “El hombre cuya mente esta engañada por el
egoísmo piensa: “Yo soy el que actúa”. Pero las únicas que actúan son las
cualidades de la Naturaleza” (3-27). “El que conoce la verdad sobre las
diferentes cualidades y sus funciones y sabe que las Gunas, como sentidos, se
mueven entre las Gunas como objetos sensoriales, no se apega” (3-28).
“Controla
Raga-dvesha (aversión-rechazo), obstáculos del camino espiritual. Haz tu
obligación correctamente. Controla el deseo y la ira, enemigos de la sabiduría.
Amaestra primero los sentidos. Mata este enemigo deseo, controlando el yo con
el Yo, conociéndole como superior al intelecto” (3-37,43).
Poseemos,
de forma natural, la libertad de elegir entre un abanico de posibles acciones
en un momento dado, pero no tenemos poder alguno, ni nada que decir, sobre los
resultados de cualquier acto que realicemos.
Y
aquí podemos recordar el concepto de Karma Kandha,
el camino del actuar de acuerdo a la conducta apropiada, dado en las escrituras
Védicas.
Existir es actuar. Incluso un objeto inanimado como una
piedra, tiene movimiento. Los bloques fundamentales de la materia, las
partículas atómicas, en apariencia inertes, son un increíble complejo de formas
de energía en constante movimiento. En consecuencia, el universo es un inmenso
espacio vibratorio que se expande. El Karma Yoga se fundamenta y tiene sentido
únicamente bajo este prisma.
Puesto que, por definición, la vida es acción, incluso la
aparente inacción debe entenderse como una forma de acción.
CUARTO
– LA SABIDURÍA
En el cuarto
capítulo se describe un proceso trascendental; Krishna revela que ha vivido varias
encarnaciones y siempre ha enseñado el Yoga para la protección de los devotos y
la destrucción de la ignorancia. Él no puede ser visto por cualquiera, ni se le
revela a cualquiera. A Él sólo puede verlo aquel a quien Él se revela, y además
acentúa la importancia de aceptar al gurú.
EL
Señor Krishna dijo: "Oh Arjuna, me
manifiesto siempre que disminuye la justicia y aumenta la injusticia, nazco en
cada Edad para proteger a los buenos, destruir a los perversos y restaurar la
justicia (4- 7,8).
El
alma individual está representada en el Bhagavad Gita por Arjuna, y el Alma
Suprema, la Personalidad Divina, por Sri Krishna. En este capítulo se explica
que ellas no están en el mismo nivel. Si Arjuna estuviera en el mismo nivel que
Krishna, entonces su relación de instructor e instruido carece de sentido. Si
ambos están engañados por la energía ilusoria (maya), entonces no es necesario que uno sea el instructor, y el
otro, el instruido. Todo conocimiento sería inútil, porque nadie puede dar a
conocer la Verdad si se encuentra bajo el influjo de maya. Ante estas circunstancias, se admite que Krishna es el Señor
Supremo, superior en posición a Arjuna, un alma que sí ha estado engañada por maya.
Krishna
se identifica como el Señor, la fuente y consecuencia final de todas las cosas,
el Eterno que permanece mientras todo lo vivo aparece y desaparece. Arjuna,
siempre ansioso por saber más, pide a Krishna que se muestre en esta forma
divina universal.
El Señor invita
entonces a Arjuna a mirar detenidamente en el interior Su Cuerpo y ver allí, de
inmediato, los cientos y miles de formas suyas, incluido todo lo que se mueve y
lo que no se mueve, y cualquier otra cosa que Arjuna desee ver: “Esta forma universal puede mostrarte lo que
sea que desees ver ahora y lo que puedas querer ver en el futuro. Todo -lo
móvil y lo inmóvil- se halla aquí por completo, en un solo lugar” (4-6).
La idea
de mirar dentro de la forma informe de Krishna recuerda cómo la mente del
observador transforma posibilidades en realidades y éstas, de nuevo, en
posibilidades, desde el punto de vista de la física cuántica. La forma informe
de Krishna contiene todas sus formas posibles, del mismo modo en que la física cuántica
trata todas las posibilidades que la materia y la energía pueden asumir.
Cualquiera
de las formas de Krishna por sí sola se le aparece a Arjuna como una realidad,
de igual modo que en la física cuántica, la observación por parte de una sola
mente transforma todas las formas potenciales de la materia en una sola forma.
“De cualquier
forma que los hombres se acerquen a Mí, yo les doy su recompensa. Los hombres
recorren mi camino de muchas maneras (4-11). El que ve la inacción en la acción
y la acción en la inacción es el sabio entre los hombres. Es un Yogui y realiza
todas las acciones. Se llama sabio a
aquel cuyas iniciativas están siempre libres de deseos y propósitos egoístas y
cuyas acciones han sido quemadas por el fuego del conocimiento “(4- 18,19)
Todas
las clases de trabajos que se ejecutan a modo de entrega personal, culminan en
el conocimiento. Sin embargo, al final del Cuarto Capítulo, Krishna le aconsejó
a Arjuna que despertara y peleara, situado en el plano del conocimiento
perfecto. Así es, al recalcar simultáneamente tanto la importancia del trabajo
con devoción como la inacción con conocimiento trascendental.
“El que está lleno de fe, se ha consagrado a
Él y ha sometido todos los sentidos, obtiene este conocimiento. Habiéndolo
obtenido llega de inmediato a la Paz Suprema. El ignorante, que carece de fe, el que duda,
camina hacia su destrucción. Para el que duda no hay felicidad ni este mundo ni
en el otro “ (4- 39,40)
Por lo tanto,
destruye con la espada del conocimiento (del Yo) la duda, nacida de la
ignorancia que habita en tu corazón, y refúgiate en el Yoga. Levántate! Oh,
Arjuna!
(4-42).
QUINTO – LA
CONCIENCIA EN KRISHNA
En el quinto
capítulo Arjuna pregunta a Krishna si es mejor actuar o no actuar. Krishna
responde que las dos maneras pueden ser beneficiosas, pero la acción en Karma
Yoga es algo superior. Los devotos disfrutan
el placer ilimitado interno fijando la conciencia sobre Krishna: acción con
conciencia de Krishna. Trabajando
por el bienestar de todos los seres, no tardarán en alcanzar la liberación. Los yoguis también pueden lograr esto
mediante el ashtanga yoga. Krishna
introduce dhyana-yoga, y da la fórmula de la paz en el último verso: Él es el
disfrutador supremo y el controlador, y por lo tanto él es el beneficiario de
todas las actividades humanas.
Acción
con conciencia de Krishna, ¡qué bello mensaje! Al comprender que Él es el único
que disfruta de todos los resultados, el propietario de todas las
manifestaciones universales y el verdadero amigo de todas las entidades
vivientes, únicamente entonces puede uno disfrutar de verdadera paz. Al no
hallarnos en ese estado de Conciencia Suprema, no puede haber una meta final
para la mente. Las perturbaciones se originan ante la falta de una meta última.
La
no acción, en la conciencia de Krishna, permite entender de inmediato la propia
identidad espiritual, y luego devenir en el servicio devocional.
Bien
situado entonces, llegar a la posición trascendental, con la capacidad de
sentir la presencia divina en la esfera de la actividad que uno realiza. Esa
posición específica se denomina "liberación en el Supremo". “Sin el apego, los karma-yogis
realizan una acción puramente (sin accesorio) con el cuerpo, la mente, el
intelecto, y también por los sentidos, para la purificación de la mente” (5-11)
“El que es capaz,
antes de liberarse del cuerpo, cuando todavía esta aquí (en este mundo), de
resistir el impulso que nace del deseo y la ira, es un Yogui, un hombre feliz”
(5-23)
Después
de explicar los antedichos principios de la liberación en el Supremo, el Señor
instruye a Arjuna en relación con la manera en que uno puede llegar a esa
posición mediante la práctica del misticismo o yoga conocido como ashtanga yoga,
el cual se puede dividir en ocho pasos, conocidos como yama, niyama, asana,
pranayama, pratyahara, dharana, dhyana y samadhi.
Excluir
los objetos de los sentidos, tales como el sonido, la sensación del tacto, la
forma, el gusto y el olor, mediante el proceso pratyahara del yoga, y luego
mantener la vista dirigida al entrecejo, y concentrarse en la punta de la nariz
con los párpados semiabiertos. De nada sirve cerrar los ojos por completo, pues
entonces hay muchas probabilidades de quedarse dormido. Ni tampoco se gana nada
con abrir los ojos, ya que entonces existe el peligro de ser atraído por los
objetos de los sentidos. La visión espiritual enfocada es capaz de atravesar la
materia, y el ojo divino siempre está en el centro, jamás en la circunferencia.
El
movimiento respiratorio se contiene dentro de las fosas nasales, mediante la
neutralización del aire que sube y baja dentro del cuerpo. Por medio de la
práctica de esa clase de yoga se es capaz de lograr el control de los sentidos
y apartarse de los objetos externos y de
ese modo prepararse para la liberación en el Supremo. (versos 27 y 28)
En
otras palabras, el proceso de conciencia de Krishna es la manera más sencilla
de ejecutar los principios del yoga. Esto se explicará a fondo en el siguiente
capítulo. Sin embargo, dedicados al servicio devocional, no se corre el riesgo
de que los sentidos se pierdan. Esa manera de controlar los sentidos es mejor
que el ashtanga yoga.
Krishna
utiliza el término sthira-buddhi, “uno cuyo conocimiento es
inquebrantable” (5-20)
Al
final del capítulo 5, Krishna introduce dhyana, la meditación, como una manera
de desarrollar la estabilidad en la mente. Este
será el tema del capítulo 6.
SEXTO – LA MEDITACIÓN
En el capítulo
seis, Sri Krishna describe la postura correcta de meditación y el proceso de
cómo alcanzar el samadhi, indicando que aún aplicando ashtanga yoga, karma yoga es necesario al principio. En la meditación, se abandonan todas
las actividades mentales perturbadoras. Después
de describir la práctica de yoga de fijar la mente, Krishna explica la realización
del yogui y concluye comparando los yoguis con karmis, los jñanis y tapasvis. El yogui es superior a todo, y entre
los yoguis, el bhakti-yogui, que se piensa en Krishna con fe, es el mejor.
En
el primer capítulo – Samadhi Pada - de los
Yoga Sutras, Patañjali distingue entre varios tipos de samadhi. Los dos principales son sabija (“con semilla”) o samprajñata samadhi mediante el
esfuerzo deliberado, utilizando para la concentración un objeto o idea como
"semilla" o foco de atención, y Nirbija (“sin semilla”) samadhi,
que no requiere de semilla o apoyo.
La
primera es con una semilla o forma para mantener el foco y debilitar las
tendencias de la mente a vagar. La
segunda es dejar que la mente descanse en el infinito. Esta última es la
meditación que Krishna presenta a Arjuna: descansando en la gracia.
Si
la liberación es renunciar a la acción, la renuncia es también hacia la
tentación de seguir los deseos. Y
un aspecto de la meditación es el proceso de darse cuenta de los hábitos y
tendencias que perturban la paz de la mente. Krishna
describe la meditación en posición sentados, en un lugar tranquilo, limpio y
ordenado, para purificar la mente. Él
vuelve a utilizar los términos sthira y sthitah , para indicar el sentido de
inquebrantable firmeza. Así, el
yogui se libera de la tristeza. La palabra samam también es indicada y significa recto. La espalda, el cuello y la cabeza,
deben estar perfectamente alineados, al mismo tiempo sentados con las piernas
cruzadas, en posición de loto o medio loto.(6-11,12)
En
los versos 34 y 35: Arjuna dice: "Como todos
sabemos, Krishna, la mente es 'agitación', un tirano fuerte y bien arraigado. Pienso
en ello como la imposibilidad de controlarla, como el viento. "Krishna
responde:" Sin duda, oh poderosamente amado, la mente agitada es muy
difícil de controlar. Pero, ¡oh, hijo de Kunti, por abhyasa (práctica) y
vairagyam (objetividad- desapego), es que se domina.
De todos los yoguis, aquel que siempre se refugia en Mí y me
presta amoroso servicio trascendental, es el que más unido está a Mí en el yoga
y es el más elevado de todos (6-47).
Práctica y desapego - un mantra para los practicantes de yoga-
. Recordando a este respecto lo que Patañjali nos dice en los Yoga Sutras: “Dos principios fundamentales: la
práctica (abhyasa, 1.13 ) y el
desapego (vairagya, 1.15 ) son los dos
principios fundamentales en los que todo el sistema del Yoga se basa (1.12). Es
a través del cultivo de estas dos que las otras prácticas evolucionan, por lo
que el dominio sobre el campo de la mente se produce ( 1.2 ), y permite la
realización del verdadero Yo ( 1.3 )”.
“Ellos trabajan juntos: la práctica te conduce en la dirección
correcta, mientras que el desapego te
permite continuar con el viaje interior sin desviarte en los dolores y placeres
en el camino.
Supremo desapego: Poco a poco, el desapego se expande a la
profundidad del edificio y sus bloques más sutiles (gunas); de nosotros mismos
y del universo, lo que se llama paravairagya, supremo desapego (1.16). Finalmente las tres gunas se
disuelven de nuevo en su causa durante la meditación profunda, lo que lleva a
la liberación final ( 4.13-4.14 , 4.32-4.34 )”.
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